sábado, 18 de junio de 2011

It. Stephen King


      "Pero tal vez no sea buena idea mirar atrás; así lo dicen todas las leyendas. Es mejor no mirar atrás. Es mejor creer que habrá finales felices en todas partes. Y bien puede ser así. ¿Quién puede decir que no existen los finales felices? No todos los barcos que se pierden en la oscuridad desaparecen sin hallar jamás el sol o la mano de otro niño; si algo enseña la vida, al fin de cuentas, enseña que, a fuerza de abundar los finales felices, es preciso poner seriamente en duda la racionalidad de quien no cree que Dios exista."
      Los confieso, me gusta la literatura de terror. Eso que muchos dicen que es un pastiche a mi me encanta. Coger un libro y mirar por encima de la página si oigo un ruido pensando en qué podrá ser si no hay nadie en casa mientras el protagonista está pasándolas canutas para salir de sólo Dios sabe dónde. Y para eso King es un maestro. Siempre encuentra la forma de presentarnos a un "pobre hombre que pasa por allí" y se ve mezclado con algún tipo de fuerza o loco o azar que se propone amargarlo la vida y no tiene del todo claro el motivo ni tampoco le importa al final, lo único que quiere es volver a su vida normal agradecido de haberlo contado.
      En este caso hay una pandilla de niños que han pasado una infancia un tanto traumática, un poco al estilo de Pesadilla en Elm Street, en un pueblo no demasiado grande que, como parece ser costumbre en USA se reúnen pasados casi treinta años y descubren que el terror regresa al pueblo. Y que es algo cíclico. Y se ven en el deber de, no sólo recordar, sino acabar con ello.
      Si alguna vez te has preguntado el motivo de que en tantas series y películas salga el miedo a los payasos este es tu libro, representa el payaso más terrorífico que uno pueda imaginarse maquillado impecablemente y con dientes afilados que se va pudriendo a medida que avanza hacia sus víctimas. Pero no es el payaso lo que te da miedo, sino esa forma de terror, el "Eso", cambiante que se va aprovechando de cada terror individual de cada uno de nuestros héroes para mostrarse frente a ellos demostrando que, a veces, los terrores son fundados. Y ese es nuestro mónstruo, un ser que se alimenta de terror y que duerme treinta años una vez saciado para volver a emerger en el mismo pueblo y atacar a la siguiente generación. Aderecemos esto con los toques justos de violencia y sexo y tenemos nuestro libro.
      Gracias

2 comentarios:

Guille dice dijo... [Responder]

Mi novia y yo, siempre que vamos a alguna tienda de libros, dedicamos unos cuantos minutos a las obras de King, sin embargo, por causas económicas, o porque otro autor llame más nuestra atención, nunca terminamos llevándonos un libro de él. Será momento de que eso cambie, y para la próxima vez que salga buscaré este título... Además que, de un tiempo a esta parte, creo que me he enviciado con las novelas de terror.

Saludos*

Omaira G dijo... [Responder]

¡Hola! Gracias a tu comentario en mi blog he conocido el tuyo. He estado viendo tus diferentes reseñas y me han gustado bastante. Stephen King es un autor que nunca me decidía del todo a leer hasta que me interese en "La cúpula", ahí descubrí que me gustaba bastante su estilo pero no he tenido oportunidad de leer sus otras obras, aunque es probable que "It" sea mi próxima lectura suya. Me ha encantado como has descrito las sensaciones que se deberían tener cuando lees un libro de terror, yo todavía no he conseguido sentirlo pero creo que tal vez con "It" lo logre. ¡Saludos y me quedo por tu blog! ;-)